poema a mi hijo recien nacido.
EL
LLANTO DE UN NIÑO QUE ACABÓ DE NACER.
Escritor:
Ángel Tituaña. 16 de Febrero 2015.
Mi niño es el sitio,
donde el agua calma la sed,
Mi niño es el corazón,
sitio de amor y esperanza.
Mi niño es el recuerdo,
de la bondad y franqueza del Padre,
Mi niño es la flor, que
adorna el cuarto celeste y de sillas cafés.
De un hogar humilde y
lleno de fe en el Señor Jesús.
Tan frágil, tan
delicadas son sus manos suaves y su frente
Llena de firmeza y
gallardía.
Más tiene el perfil de
su madre pero
También la fortaleza y
el talento de su Padre.
Muchos de la familia lo
han visitado
Muchos estuvieron a la expectativa
Que salga bien de los
cuidados intermedios.
Por siempre resonará donde
moró ocho días
De la existencia.
Siempre se hará memoria
Que yacía en un termo
cuna
Con fortaleza el
trastorno alimenticio,
Esa fue la versión
moderna de los doctores,
Quienes se afanaron por
su vida.
Gracias al milagro del
poder de nuestro Padre Dios,
Ya está estable y
seguirá hacia adelante
Como su madre lo
manifestaba
“que es un niño luchador
y triunfador”
Estoy muy alegre y
lleno de gozo,
Por la llegada de este
precioso niño.
Estoy maravillado de
tenerlo y cuidarlo
Es un regalo inmenso que viene desde Dios.
Ante las adversidades
de la existencia.
Su lenguaje no es de
manipulación
Sino es de
agradecimiento. Es el llanto.
El llanto de un niño
denota hambre y sed,
El lloro de un infante determina dolor y necesidad.
El lagrimear de un recién
nacido implora cuidado y amor
Los cristales que
destilas de sus ojos son señales de tremenda
Comunicación entre la
madre y su interior inocente.
Viva mi hijo
Viva mi esposa
Viva mi familia
Viva el niño
Viva
Estas elocuentes
palabras
Son rocío del amanecer
y del atardecer.
/Ahaá/, /ahaá/, /ahaá/,
/ahaá/, /ahaá/
Es el sonido onomatopéyico,
Es el llanto del niño
que acabó de Nacer.
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