BUENOS DÍAS, PADRE DIOS.
Autor: Ángel Tituaña C.
En esta mañana
llena de sol, lo agradezco por la vida y la salud personal, pero lo ruego que
veles por la salud y bienestar de mi hija Samantha. Agradecerle por los cinco
añitos de mi hijita Karen, pedir por mi querido hijo Juanito y por Yamilethe,
que no comparte con nosotros, pero siempre lo tengo presente en mi mente. Padre
Todopoderoso, ya lo he pedido, demasiadas cosas, durante toda mi existencia. En
este momento solo lo agradezco lo bueno que ha sido conmigo. Me ha dado tantas
cosas. Me ha dado mucha felicidad. Acercarme a Ud., es una necesidad tan
urgente. No para molestarlo en su Trono, sino que vuestra presencia en nuestras
vidas es agua del manantial que calma la sed. Necesito, una vez más
identificarlo su presencia en la Naturaleza, en el Hermano, en la esposa, en
los hijos, en la madre, en mis hermanas y hermanos, en mis sobrinos, en mis
primos, en el compañero, compañera de trabajo. Cada ser que está a mi lado,
está lleno de su presencia, por más defecto que sospechemos señalar con el dedo.
Dios, dador de vida, eres el guardián intachable del colosal de cada vida.
Nadie sino Jesucristo ya contemplaron su paternal rostro. También deseo tener
un momento de contemplación. Apreciar sin dejar de vivir la realidad del mundo.
No olvidarme de la enfermedad, pobreza, injusticia, irrespeto, de la verdadera valoración a nuestros hermanos
indígenas.
En este instante
lo manifiesto: Buenos Días, Padre Dios.
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