Poema a mi abuelita: Angelica Caiza, oriunda de San Miguelito.

MADRE, ABUELITA, BISABULAITA Y TATARABUELITA

TESTIMONIO DE VIDA.

lágrima que derrama

por sus hijos presentes y ausentes

recuerdo de la mujer

que criaba y alimentaba a sus nietos.

vida larga, salud buena,

alimentada con el maíz y el morocho.

bendición de tenerla entre nosotros,

¡Inmortal Señora!

fuerte como la roca

frente a las  vitales adversidades

campesina, ejemplo

y paradigma para los demás.

trabajadora sin descanso

en las tierras polvorientas.

devota del Corazón de Jesús

y de  María, siempre Virgen.

Bella como las rosas

 y los cartuchos del lugar.

luchadora por sus hijos y nietos,

vecinos y pobladores

 de la tierra de las manzanas.

sacrificada y abnegada en el sufrimiento

de la partida de sus hijas religiosas.

sabia y pensante en los pasajes de la Santa Biblia,

literatura del católico.

madre desde siempre y por siempre,

amamantadora de bellos hijos.

abuela de innumerables de nietos

que viven en la “Carita de Dios” y “la tierra de las Guitarras:

Don Filoteo Robalino”

bisabulea de algunos bisnietos

que posiblemente ni siquiera lo conocen.

tatarabuela de pocos tataranietos

que anhelan por heredar su legado.

creyente de las enseñanzas

del divino maestro de Jerusalén, Cristo Jesús.

cocinera de grandes fiestas y  mingas

para cultivar los productos del campo.

pulcra en su actuar y vivir,

frente a los vecinos y conocidos del lugar.

amante de la naturaleza, animalitos,

ecológica de nacimiento.