ESCRITOR O PROFETA
ESCRITOR
LATINOAMERICANO, PROFETA DE LO SOCIAL O EL PRIVILEGIADO DE LAS LETRAS
Por. Segundo
Ángel Tituaña Criollo Quito, julio 2017
Estoy en
contacto con autores de la literatura universal y local desde el colegio (1986),
pero muchas de las veces no se ha puesto a pensar sobre la misión del escritor
que no es únicamente el proponer o presentar narraciones puntuales, es decir,
crear en la mente del lector hechos, personajes, jugar con las voces del
narrador, que son muchas, depende de la inclinación del estilo de los autores.
Me atrevo a plantear un sendero que la narrativa contemporánea, a parte de ser
de denuncia social, o de impregnar el clamor de los más débiles, de las
personas que adolecen de múltiples necesidades primarias y no de lujosas.
El escritor de
denuncia social hasta cierto punto se arriesga a que le maten por decir la
verdad acerca de quienes hacen el daño a la sociedad como tal. La mafia que
persigue a los escritores de éste género, o su literatura no tiene tanta
importancia o simplemente su literatura se convierte en doctrina social que
reclama por la justicia por los más necesitados.
El escritor que
desee plasmar textos de denuncia social debe de estar muy bien informado de
hechos contundentes que va a tomar de la realidad para escribir, debe de tomar
hechos o acciones que de alguna manera están debidamente confirmadas y
verificadas, porque no es justo también, que por etiquetarse de escritor de
denuncia social, pueda meterse en afirmaciones y hechos falsos.
Los escritores
de denuncia social son perseguidos, son apartados del grupo normal de la
sociedad porque pueden enmascararse de un profetismo estético.
Por otro lado,
el anonimato de la autoría significa que una persona que no quiere arriesgar su
vida porque la gente en un porcentaje es perversa y dañada, que quiere hacer
daño a las personas, y si da con el autor de denuncias comprobadas, ahí es
cuando le pueden matar a aquel escritor, de pronto no le asesinan, lo que
pueden hacer daño es a la familia, a los allegados, a su círculo más íntimo.
Eso es lo más doloroso, por eso una de las razones fundamentales que no me
atrevería a escribir en denuncia social, lo que sí puedo es hablar
críticamente. De pronto causar una reflexión nueva en los editoriales, en los
periódicos o revistas locales y por qué no internacionales, pienso hay que ser
soñadores, hay que pensar en caminos o senderos donde no nos compliquen la
vida, sino que permitan expresar nuestros pensamientos razonados sobre la
estética de la denuncia social.
Finalmente, el
escritor arriesgado no lo teme a nada ni a nadie, el destino el indicador que
lo guiará hacia dónde ir. El destino será acaso la cárcel, César Vallejo, el
escritor peruano produjo poéticamente desde la cárcel, desde esta casa cruel,
desde las cuatro paredes, donde se ha paralizado y se hace eterno el tiempo.
Ser escritor de denuncia social, de alguien que se preocupa del sufrimiento de
los demás es una decisión de una persona firme y consciente de la realidad
nacional.
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