MI AUTBIOGRAFÍA

 capitulo seminario menor franciscano


cuartel

1994.

Todo empieza cuando estuve mal ubicado en la Libertad, provincia del Guayas, hoy, Provincia de Santa Elena. Ahí llegué a vivir en la Iglesia de la Merced, parroquia de los franciscanos. Llegué y a traves de por un zaguán de puertas super oxidadas y la casa parroquia había sido construida junto al mar. Recuerdo que me dieron un cuarto, donde todo era estrecho y pobre. Y recuerdo que hacía mucho calor y debía de estar encerrado, a veces, leía la biblia a veces no, pero lo que sí me acuerdo que más me activaba era el fin de semana y tenía que ir junto con el sacristán tanto en esta Iglesia y en la capilla que quedaba en el centro de la Libertad, siempre estábamos ayudando al sacerdote entonando los cantos de la misa. También en tiempo de navidad salía a rezar con la gente la novena en honor al niño Jesús. No obstante sí me relacione con la gente, y había mujeres que me quedan viendo y admirado de lo que cantaba, a veces en guitarra, a veces en piano. Pero como el argumento de los curas franciscanos que estaba inmaduro afectivamente hablando, entonces, me dijeron que me vaya a la civil a seguir madurando. Entonces tuve que regresar a Quito donde estaban mis familiares en especial mi padre. Llegué a Quito por el mes de febrero del 94 y me hospedé en el arriendo de mi padre de la calle Loja del centro de Quito, era muy estrecho porque al inicio mi padre compartía la vivienda con algunas sobrinas de él e hijas, ya que era difícil de conseguirse arriendos para cada uno, pero en fin, ahí pasé quince días, pero, una tía ya se había comunicado con el Mayor Salguero, compramos una maleta de madera, era de color amarilla, pero para que sea el color de los militares, le pinté de color plomo. Me fui al cuartel, recuerdo que una prima me dicía , que ahí hay piscinas, hay bicicletas y me fueron acompañando a dejar, fui en un taxi hasta la Brigada de Apoyo Logístico No. 25. Allí pasé en instrucción, que como yo ya llegué quince días después que se habían acuertelado el resto. Y me presentaron como el recluta que viene desde el convento y me decían recluta hermanito. Allí me entregaron el uniforme, comenzando desde el camuflaje, toalla verde, medias verde, botas militares, gorra o yoqui verde, ya empecé a formar en fila tanto para comer, para ir a la guardia, para los partes que eran a las cinco y media de la mañana, luego a la 6 de la maña era el desayuno, que me daban leche con cocoa, un huvo y plátano. Nunca nos dieron jugo, solo era eso, a veces nos daban pan. Y en las gradas tanto de la cacha de boli nos instruían y teníamos que anotar todo lo que nos dictaban. Recuerdo que me enseñaron a utilizar la brújula y orientar con señales naturales como el humo y también el curso del río. Mi instructor fue el sargento Conrado, un militar que apenas había cursado hasta lo que hoy es décimo de educación básica. Yo ya era bachiller y me admiraba el sargento. Luego que terminamos la instrucción ya nos enviaron a las compañías, al inicio yo pertencía a la brigada de abastecimientos, donde pasaban descargando, ya sea quintales de arroz, o cajas de municiones que por cierto eran pesadas. No obstante, le conocía a mi mayor Vásquez, quien era director de transmisiones, entonces, el oficial miliar había hablado en la Policía Militar, que era un grupo especial de guardia en la Brigada, ahí me presentaron a mi teniente Burgos y él me recibió en la Policía Militar, ahí era más tranquilo que estar guardado en las bodegas de abastecimientos.  Recuerdo que un día nos llevaron en camiones grandes hasta el cuarte del Eplicachima, donde practicamos las pruebas de Tiro, no tenía buena puntería y por eso nos pegaban con el machete los clases encargados. Era una realidad dura pero teníamos que pasar esa actividad de los militares. Recuerdo haber disparado tres veces. De ahí como debíamos tener cargado las dos alimentadoras de 6 balas, pero nunca usé porque era prohibido disparar por disparar, y ahí que siempre revisar el fusil fall era 12101. Tenía que cargar al hombro el fusil y siempre andar con el fusil y cuando tenía que ir a trabajar en la oficina de mi coronel Bedón , tenía que dejar descargado el fusil, porque tranquilamente podía perderse. Tenía que ser cuidadoso. Ahí ya pude utilizar la computadora con la señora secretaria. Y la seño me apreciaba.

Faltando unos quince días para licenciarnos del servicio militar me enviaron junto a otros amigos compañeros al destacamento de la 25 Bal, era una casa pequeña militar donde teníamos que vivir ahí, muchas de las veces teníamos que realizar actividades, por ejemplo siempre me molestab de ir a cargar cajas de municiones en las bodegas que había dentro de esta área, era un bosque tupido de maleza , y el capitán Delgado dijo quién sabe de cuidado de chanchos, le dije que yo, entonces, me tocaba bajar la comida de chancho que venía desde el Pintado mismo, había como 16 cerdos, cada cerdo era de esos lechones, se criaba para comer ahí mismo o para enviar al Pintado. En esta parte nos obligaban a coger el ticket de l aclase 6 que venía a acostarse con tosdos los conscriptos y clases que vivíamos ahí. Al siguiente día como estábamos de semana de cocina, teníamos que licuar mora y dar un jugo a la clase 6 que dormía con el capitán luego de pasar por todos los conscriptos, eso era parte de las experiencias negativas de este tiempo de destacamento. Pero ya me tocó licenciarme, en ese instante el capitán Delgado me pidió disculpas por que me dijo que así es la vida militar. Creo que tenía cargo de conciencia. En ese lugar un soldado Santiana me tenía visto la cara y siempre me hacía flexionar tanto de piernas y reptar en la yerba y el lodo.

Me tocaba hacer el tiempo de guardia en una de las garitas que está ubicada  casi al final del bosque y área del destacamento. Sí me daba miedo, pero ahí tocaba seguir ya que no era toda la vida.

Cada mes me daban 500 sucres, que equivalía a 20 dólares actualment hablando. Sí alcanzaba para comprar algo.

Lo que me olvidé de relatar es que había la noche negra, es decir, antes salir al cuartel, nos tequeaban en la cancha de futbol, siempre lo principal era de hace flexiones de pecho o abdominales, que nos mantenía esbetos y fuerte hablando desde el físico.

noviciado jesuita

La historia que relato es la misma que se me borró hace dos días, bueno para ingresar al Noviciado de de los Jesuitas. Pero lo narro de la siguiente manera estaba de regreso del cuartel y  según yo necesitaba regresar a los Franciscanos para continuar con ellos, pero el señor Traves, provincial de entoneces, me ve en el umbral de la puerte y me humilla de la siguiente manera, me dijo que se ya estaba reformado, como si ubiese sido un reo, pero bueno, bajés por as gradas del pretil francisacano con dirección a la calle Sucre, ingresé a la Compañía y ahí estaba Daniel quien era un jesuita que realizaba el tabajo de sacristán. Le dije que si es que mediera trabajo de sacristian, porque necesitaba hacer algo, pues ya he regreado del cuartel y no sé qué mismo realizar. Bueno, cierta ocasión tuve la oportunidad de conocer al Doctor Proaño quien tenía su consultorio en las instalaciones donde era el antiguo colegio San Gabriel y posteriormente Colegio San Luis Gonzaga, entonces entre conversación y conversación le dije que quería ingresara la Compañía de Jesús, el doctor me llevó a donde el Padre Gilberto Freire, quien era el Promotor Vocacional de los candidatos a la compañía de Jesús. A penas tenía 19 años de edad cuando emprendía un nuevo camino con los jesuitas, recuerdo que nos entevistaban y recuerdo haber pasado la entrevista en la Parroquia de solanda, y el Padre Luis Bayas afirmaba que puede ser un jesuita. De esta manera m eenviaron a la ciudad de Manta a la parroquia de la Merced. Ahí llegué en la cooperativa Reina del Camino, el bus apenas llegaba hasta la ciudad de Portoviejo. Y desde allí me dirigía por Monticristi y luego a Manta. Tuve el gusto de conocer a los Jesuitas: Padre Gustavo, Padre Rafael, Padre Aurelio, Padre Montijano. Y llegué con mi maleta y guitarra, siempre he acompañado a los sacerdotes cantando en las misas, tanto en la parroquia como en las partes periféricas de Manta, las chacras, gente sencilla de la cosata ecuatoriana, se cruzaba el río burro, ahí vivían familiares del Hermano Ochoa.  Me dieron un espacio en la torre de la Iglesia, ahí había una habitación y si en verdad al igual que viví en la Libertad  se escuchaba el golpe de las olas del pacífico, era dichoso de experimentar este tiempo. Igual solía salir a trotar y de paso me metía a la playa, fueron momentos únicos que janmás se han vuelto a repetir, no es lo mismo ir a vivir en un casa religiosa que ir de turismo a la playa, porque solo te encierras en el hotel y ya, pero el tiempo trancurrió bastante rápido y tuve que regresar a Quito, pues  ya tenía que estudiar Historia de Filosofía, se llamaba el propedeutico, antes de iniciar el primer semestre de la carrera Ciencias Filosóficas y Teológicas, terminé el semestre de clases, pero estudiar filosofía en este tiempo del Hogar Xavier, tuve que rendir pruebas de admisión y sí era difícil, pero sí aprobé.

mes de ejercicios espirituales

El mes de ejercicios espirituales se realizó para culminar los dos años de Noviciado Jesuita.

Viajé con el padre Gilberto Freire, oriundo de una población de Chimborazo, quien nos daba los puntos durante todo el mes de ejercicios en Machachi, Casa de Ejercicios San Agustín. 

Los ejercicios espirituales se inció con una misa Esto significa que ya estabamos listos para continuar el Juniorado, donde se empezaba a estudiar Comunicación. Para luego ir a estudiar filosofía en Colombia, pero lo que nunca pude concluir ya, me fui del Juniorado, con un cheque de 1millón 500 mil sucres que me dio el padre ecónomo, que me alcanzó para comprar una litera para mis hermanos que no tenían donde dormir, y también compré algunas cosas, pero seguí estudiandom en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. 


universidad católica primera vez

Estaba viviendo en Hoxa, Hogar Xavier, esta casa de formacion se ubica donde ahora funciona es utilizado por el Municipio de esta ciudad. En ese entonces el encargado de esta casa fue administrada por el P.Gilberto Freire. Entonces es cuando di pruebas para estudiar en la Escuela de Ciencias Filosóficas en la PUCE, curse el propedeutico de ésta escuela por un semestre de clases esto fue en 1995 yo tenía 20 años. Empecé a estudiar Filosófica, para se me hizo fácil porque en mi colegio estudié Problemas Filosóficos y ademas Noselogia más conocido como la ciencia del conocimiento y además Lógica y Ética. Entonces estudiar Filosofía en ésta universidad me hizo realmente una aventura de estudios y el contacto con otros estudiantes de comunidades religiosas. Las materias que recibí ahí me sirvieron muchísimo. 

universidad católica segunda vez

Ya después de haber expirementado el Noviciado de San Ignacio con los jesuitas 1995 a 1997....desde el juniorado empecé a estudiar Comunicació lingüística y literatura. No aprobé la prueba de admisión, lo que me sirvió fue el haber sido estudiante de Filosofía, Wilson Villamar me ayudó hacer la gestion hacer un reingreso, entonces pude estudiar ahí.Mis profesores que recuerdo Manuel Corrales Pascuales, Susana de Lombeida, Patricio Cevallos, Rocío Bastidas, Mirian Merchán, Diego Araujo Sánchez, Robalino, Yolanda Montalvo, José Ayala Laso, José Villamarin, Carolina Larco, Leon, Santiago Páez, Fernando Alban, todos ellos marcaron en mi vida profesional como un comunicador y literato...grandes maestros universitarios. Fue una carrera de esperar mucho tiempo, porque por retirarme de SJ y estar de mujeriego tuve que aplasar, pero en saqué el cartón en 2016...

universidad central del ecuador

Aquí en esta casa de estudios estuve más de un año sino que por cuestiones de orden familiar no pude seguir la carrera de ciencias en la educación Lengua y Literatura tengo recuerdo de honorables maestros como son Miguel Agreda, Hetedia, Esmeralda de la Vega, Pablo Romo, Victoria Cepeda, Ivan Oñate, entre otros. El recuerdo de la U. Central es la gratuidad del estudio y no era tan lujosa el campus como la Católica, fue otro tiempo de estudio el experimentar para valorar lo de la vida y espacios. Los horarios en la tarde noche de estudiar. 

Juniorado Jesuita

En el juniorado jesuita fue una experiencia de vida estudio de apostado en el Tingo como catequista y predicador del evangelio los días domingos, tenía unos 23 años...bellos tiempos aquellos.

Apostolado en San Enrique de Velasco

Fue un lugar periférico en el que pude animar con la guitarra sobre todo con los cantos de la Eucaristía con el padre Gilberto Freire y Carlos Rivas que experimentamos esta vida pastoral.

Mes de experiencia en el psiquiátrico en Parcayacu

El mes de experiencia me tocó realizar y experimentar la vida crítica de los esquizofrénicos agudos y crónicos, una experiencia imborrable y marcante, un compañero que experimento también fue Oswaldo Revelo quien también me animaba a seguir adelante.

Catecismo en San Pedro del Tingo

El catecismo y la experiencia con la gente del lugar vivir experiencias tanto en ritos de primeta comunión y confirmación. En este tiempo hicieron el catecismo mi hermano Hugo, Luis y Santiago. Fue una experiencia inolvidable. El padrino de confirmación fue Homero Fuentes.

Catecismo en Solanda

Solanda un sector del Sur de la ciudad que también se ayudó en el catecismo y tiempos de semana santa entre otros.En ese tiempo rl Padre Luis Bayas me entrevistó para ser jesuita.El por dos ocasiones me dio el Análisis Transaccional y los ejercicios espirituales...un excelente jesuita.

Trabajador en la Fundación de la Iglesia de la Compañía de Jesús

Trabajador en el Convento Máximo San Francisco de Quito

Experiencia en el colegio Pedro Vicente Maldonado- Guamaní

Experiencia en el colegio Jefersson School- Entrada de Beaterio

Experiencia en el colegio Ernest Heimingway

Experiencia en el colegio San José

Experiencia en el colegio San Fernando

Experiencia en el colegio Santo Tomás de Aquino

Experiencia en el Colegio Pitagoras High School

Experiencia en el Colegio La Presentación

Experiencia en el Colegio San Pedro Pascual

Experiencia en el Colegio San Andrés

Experiencia en el Colegio Quito

Experiencia de Bibliotecario en CIPA

Experiencia de Levantador de Textos en el Aurelio Espinosa Pólit.

Experiencia de trabajador en el Ministerio de Educación.

Experiencia de trabajador en Pintulac, Ovelisco de Cotocollao.

Experiencia en el Centro del Muchacho Trabajador

Experiencia de Becario en la Pastoral Universitaria PUCE

Experiencia de Pasante en el Diario el Hoy año 2000.

Experiencia  de Misiones en Limones

Experiencia de Misiones Huayrapungo y Vende Leche.

Vivencias en La libertad

Vivencias en Salinas

Vivencias en Palanda

Vivencias en el Colegio Borja...


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