Quito, la sucursal del cielo

Quito, la sucursal del cielo

(Por: Ángel Tituaña) Diciembre 2015.

 

Quito:

Perfil inmaculado y contrito de Dios.

Atrio colonial donde retumban recuerdos.

Templo de silencio y verdadera devoción.

Espacio de quiteños de cepa y amorosos chagras.

 

Ciudad de mágicas y conocidas leyendas:

Cantuña de piedra incompleta.

Padre Almeida, el incoherente placentero.

Gallo de la catedral, cruel sanguinario del chulla.

 

¡Oh! Metrópoli que alberga almacigo de vírgenes:

Virgen de Quito, homóloga de “la virginis del Panecillo”

Virgen de la Merced, Patrona de la Juventud pascualina.

Virgen del Rosario, venerada en el Arco Dominicano.

 

Población que hospeda  a benditos  “Jesuses”

De la agonía, del Gran Poder.

De la Justicia, de los Milagros,

Del Buen Suceso, de la Plena Misericordia.

 

Capital de invalorables ecuatorianos.

Sitio que acoge a lojanos, ambateños,

Riobambeños, manabitas, orenses

Guarandeños, guayaquileños.

 

Quito, Inmortal relicario de arte.

Pampite, Mideros, Bernardo de Legada.

Plasmaron huellas y apolillados retablos

De San Francisco y de la Compañía de Jesús.

 

Rosas de colores adornan sus balcones.

Colegios y escuelas rinden sonidos acompasados

Calles veraniegas que contemplan bastoneras,

Folclóricas danzas y caporales vestidos.