LO INÉDITO DE LA LITERATURA
IMPACTO…
QUE VIVE EN EL CORAZÓN DEL AMOR HACIA UNA HIJA
Ángel Tituaña Criollo,
escritor ecuatoriano, 26-02-2018
Había bajado desde el
centro colonial a cancelar dos meses de la pensión en el colegio, donde estudia
aquella joven de diecisiete años. Es una señorita que ya en junio finalizará el
bachillerato y para no tener dificultades con las inspectoras del mencionado
establecimiento educativo, después de haber cancelado cerca de 250 dólares por
dos meses de pensión, pensé en mi primogénita y me quedé sentado en aquella
vereda gris que da al patio principal, donde se forman la secundaria, ya que
por varias veces, la alumna del Farina no le ha dado la gana de acercase donde
su padre; a mis espaldas se levantaba una imagen de la Virgen María, una señora
que tenía celestial, bello y diáfano rostro, ella ha sido testigo de todas las
visitas que he realizado durante esta década.
Mientras estaba sentado
seguía reflexionando y sufriendo por mis resentimientos acumulados en 10 años
de bajar a la Institución particular.
El hombre de 42 años
averiguó a una licenciada que pasó por allí sobre dónde era el Tercero de
Bachillerato, Paralelo B. La Licenciada le dijo al pensativo hombre que debía
de dirigirse hasta el corredor de la parte posterior del edificio de las
dependencias administrativas, la biblioteca del colegio.
Cuando le estaba
buscando para saludarle y darle veinte dólares, la alumna dorotea no hizo ni
mención a quien le buscaba, más bien no le importaba quien ha llegado a este
colegio; una de sus compañeras estaba cerca de la puerta del curso, le saludé y
le dije que si le conocía a la estudiante T… me dijo que está allí, y le pedí
de favor que dé llamando, se acercó rápidamente, dio el mensaje pero, la
estudiante T le envío a decir al hombre que llevaba una chompa negra en su mano
izquierda que “no iba a salir. Los signos que determinan su enojo son visibles
y evidentes, la señorita no lo recibió a su padre; el padre dijo a esa amiga de
su hija que le entregue en sus manos estos 20 dólares, y nada más. El impactado
padre de la actitud de su hija mal formada salió presurosamente del colegio
religioso católico; Y desde dentro de mi corazón sigo el rastro de sus pocas
palabras, pero expresiones que destrozan mi alma y ego del “Gran Padre”.
En ocasiones anteriores
la misma señorita me calificó como irresponsable, como un padre que me hago la
víctima, que siempre me quejo de lo que debo de hacer, aunque en realidad,
duele, pues, al menos, pienso que para buscar los recursos económicos para ella
misma, me ha tocado pasar hambre y necesidad con mis tres hijos.
Si me duele que no
quiera recibirme, que no quiera ni verme, no puedo saber qué es lo que tendrá
en su mente, me hago la idea que la señorita tiene razón hasta cierto punto,
pues se encontraría demasiada resentida por lo que le abandoné desde cuando
tenía 8 meses de nacida e inclusive tengo una imagen de aquel 2002, donde
contemplo su cara tan tierna y hermosa y me desarmo de la ira que me ha causado
estos momentos. Es más la vida continúa y no hay que parar, sino intentar otra
vez la armonía entre Padre e Hija.
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