Pacto...


PACTO Y LA SOLIDARIDAD DE SUS HABITANTES

Por: Ángel Tituaña       

Pienso que como en todo lado, las personas son buenas y malas. En Pacto no es la excepción. En este sitio hay personas más buenas que malas. El dualismo que manejo es simplemente por condiciones netamente rigoristas o bajo la subordinación de los contrarios. Por ejemplo: Negro-blanco; fuerte-débil; Dios-Hombre; esencia-sustancia; bueno-malo.
Aquel domingo de agosto me fui con mi familia a tierra del caucho.  Íbamos por un camino de segunda, donde estaba cubierto de maleza y árboles propios de la zona como son la guaba, granadilla, papaya, plátano, caña de azúcar. En ese momento, Hugo Lima, colono, estaba a punto de terminar de machetear la maleza abundante que cubría  el lindero de su finca. Entonces, mi esposa realizaba una imagen panorámica y sí lo logró, no obstante, yo en cambio iba cargado a mi hijo Juan Luis en los hombros, además iba cargado la mochila donde se guardaba ropa, pañales, biberones llenos de avenas mezclado con leche o a veces con naranjilla. Seguidamente, Hugo se enteró que buscábamos alguna persona que tenga un “trapiche” para obtener una fotografía perfecta para el proyecto de Acción Social. La familia Pérez tiene un trapiche, a unos 3 kilómetros de Pacto, afirmó Hugo, en las condiciones que anduve, demandaba un esfuerzo enorme para dirigirnos hacia el sitio indicado, por tanto, mi esposa dijo. “cuánto cuesta la carrera en  camioneta para dirigirnos, porque se disponía de escaso tiempo, pues,  habíamos comprado los pasajes de retorno a la Ofelia, a las 14h00 pm.

En consecuencia, Don Hugo Lima se ofreció, voluntariamente, y nos llevó y nos puso en contacto con una señora que era la dueña del trapiche a motor. Allí se obtuvo imágenes significativas del trapiche, luego, agradecimos y nos despedimos; y otra vez subimos a la camioneta doble cabina, en la cual nos transportábamos. Cuando ya estábamos sentado nuevamente en la camioneta, dije que debía realizar una imagen de la primera hidroeléctrica, pero no encontramos, pues no había alguien, quien nos guíe, finalmente, estábamos admirado que Don Hugo no nos cobró ni un solo dólar por el viaje. Únicamente, avancé a decir: Dios le pague. La Respuesta aquel benévolo regresó como impacto de resorte: “No se preocupen y que les vaya bien”.
Conclusión de esto, que se cumple la declaración de Doña Flora, entrevistada de la memoria colectiva de Pacto, porque ella bien señalaba que la gente de Pacto es solidaria. Don Hugo Lima se ha mostrado como huella de este valor señalado por Flora.
En Pacto, las personas, simplemente, han envejecido con tanta historia sobre sus vidas, tantas experiencias pasadas. Tantos mitos, tanto cuento, tanto rito de cuidar su salud con yerbas del lugar, el espíritu santo, yerba mora, coca, pigua.
Los domingos son días de feria, allí bajan a vender parte de sus productos, el dulce de panela, que es obtenido, luego de realizar un proceso de preparación previa. Los productos ya consumen en distintos lugares de expendio en la ciudad.

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